DETALLE DE GRANADA FRACTAL
Detalle de Farola granaina. El diseño de la farola es obra del arquitecto Alejandro Muñoz Miranda y de José Manuel Darro.
Aquí puedes ver una exposición conjunta de su obra .
Y en ESTE ENLACE puedes leer una noticia de la prensa granadina sobre estas farolas.
1 comentario:
Este texto sirve de introducción en la web del proyecto esculturas 8.8 de Alejandro Miranda y José Manuel Darro
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INTRODUCCIÓN - ESCULTURAS 8.8
José Manuel Darro y Alejandro Muñoz Miranda
Somos unos productores vocacionales que utilizamos la escultura -organismo espacial- como medio de expresión de nuestras inquietudes. Lo que pretendemos en la obra es adquirir un conocimiento natural de los principios de orden y desarrollo de la realidad, que está en los fundamentos de la naturaleza y de su interacción en el medio donde se sitúan los objetos sensibles -apertura del espacio desnudo-.
Intentamos conocer las ideas y reproducir los sentimientos de la mente en los procesos de captación y organización que intervienen en las operaciones mentales para entrelazar el pensamiento -lugar del conocimiento- y la inspiración -emoción estética-, forjándose un nuevo lenguaje -escultura- de exploración del espacio dentro de las múltiples interrogantes que nos plantea el infinito -espíritu de la naturaleza-. Trabajamos con el espacio -eterno océano- porque entendemos que es el lugar de las ideas y las sensaciones, y pretendemos acercarnos a algunas de las reglas del trasfondo multidimensional que éste posee.
En la concepción de la obra hay una primera etapa intuitiva de exploración del pensamiento -misterio esencial-, accediendo al lugar de lo desconocido, cómo construir el vacío del vacío razonando geométricamente el espacio. Modelamos primariamente la idea matriz, contenido básico, que cristaliza en la percepción del espacio interior de los estados transparentes -unidad dentro de la variedad-, carácter fronterizo de la transición del agua al aire.
De un campo vivo de energía y polaridad se revela sin ser totalmente desvelado un punto de luz que dibuja con un sutil hilo unas líneas elementales que se articulan en estructuras mínimas que configuran formas puramente geométricas, y constituyen un sistema de escritura tridimensional -lenguaje propio- con capacidad de transformación -metamorfosis- en donde cada parte contiene al todo -autosemejanza-. Durante el proceso de creación, la obra nos dicta los pasos con el uso de la geometría espacial en gravedad cero. Influidos por las teorías matemáticas, en la siguiente fase utilizamos la geometría fractal como base en el proceso de movimiento y crecimiento en unión con la geometría euclídea para crear unidades de evolución orgánica de la forma a partir de directrices sencillas (cubo, cuadrado, línea recta, sistema de referencia horizontal-vertical, etc.); estructura de fuerzas que trasmiten su particular combinación de calma y tensión a un sistema lógico y en desarrollo -matrices conjugables- en dilatación y contracción. La obra fija un orden espacial sobrio y elemental de módulos en equilibrio y armonía.
La ubicación de las esculturas en el espacio expositivo se sitúa en interrelación con la geometría de orden superior que sirve para la creación de las obras. Así, dicho orden geométrico de mayor escala y fractal configura las posiciones de las esculturas, generándose la conjunción entre el espacio total ideal, representado en el boceto, y el espacio real en el que se encuentra el espectador, al que se le invita a penetrar en el conjunto de la obra en un diálogo experimental que despierta un sentimiento interactivo, según su estado de conciencia en la contemplación de los múltiples ritmos que se forman en el vacío. Así, la fisonomía de la obra vincula lo esencial de la estructura en el espacio y la forma entre la nada y lo continuo y transitable para estimular a la visión a través del análisis de su figura.
Entendemos al número como una de las fuentes de la forma, aún sabiendo que ni el número ni la forma se pueden definir totalmente porque tienen componentes irracionales -búsqueda de lo intangible-. El número que usamos es el 8 como primera unidad de medida espacial, entendiéndolo como un ente del plano espiritual que desciende al plano material configurándose en el cubo.
Utilizamos el cubo como una forma de orden y ocupación-desocupación racional de la materialización del espacio. Partiendo de los 8 vértices del cubo y uniéndolos en su mínima envolvente capaz se configura la singular forma que se usa en el desarrollo de las esculturas en el crecimiento fractal de módulo 1.1 a 8.8.
Escultura para emocionar estéticamente -diálogo íntimo-. Amor a la belleza de las formas puras, a las ideas y al número que entrelaza el plano visible con el invisible.
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